lunes, marzo 31, 2008

Literatura en semanas de Hastío: chile mediático versus Truman Capote

Hace tiempo que no escribo poesía, siquiera como ejercicio diario; no me nace pero no me desvivo por ello.
Tampoco me nace mucho publicarlo, antes me sonaba como una pequeña botella al mar con lo mejor de uno esperando un buen receptor en alguna otra isla, una palabra de aliento, un testimonio escrito de que nadie esta solo, mientras se escucha otro respiro.
A nivel de composición las cosas tampoco están bien que digamos y este desvelo temporal (espero) me recuerdo mi etapa disociativa de la vida hace diez años atrás, en fin , la única manera de escapar de este egoísmo que me separa de las cosas reales es leyendo y escuchando un montó de música. respecto a la música no hay mucho que decir, ahí esta el last fm para mostrar mi predictivo comportamiento respecto al menú musical.
Respecto a la literatura, me siento mas conforme este año, ya que llevo diez libros leídos, cuatro estas dos últimas dos semanas, digamos que es poco para un lector convulsivo, pero como yo estoy en una oficina en que mis congéneres con suerte han leído un libro en cinco años, no esta malo, aunque es un parámetro mediocre conque medirse, pero debo confesar que mi mundo desde hace diez años es bastante pobre en cuanto radio social se refiere (¿hay algún otro parámetro?).
Bueno los últimos cuatros leídos, dos son chilenos (entre ambos habré gasto unas , ochos horas de lectura ininterrumpida, mas o menos) y dos de Truman Capote (en estas demoré un poco más).
Las chilenas son dos hijas de un mismo producto, El guardián del centeno de salinger, con un tufazo de Breasr Ellis que desafortunadamente para estas novelas chilenas, la releí por tercera vez en este verano.
Mala Onda de Fuguet, la evité varios años, porque me chocaba, por su olor a best seller tipo Kerouac a la chilena, no sé, Fuguet el mentor de todos esos pseudos escritores que escribían en la zona de contacto a principio de los noventas, cual de todos mas malos, pero en fin, ahora me quería dar el gusto, quería saber que pensaban los cuicos en esa época, que piensan del resto de los chulos que pululan alrededor suyos, tratando de copiarlos, emularlos, envidiandolos, endeudandonos por parecernos a estos tipos que miran a otra parte, a otro alter ego. Si las dos novelas las leí de corrido es porque no están tan malas, y tienen su qué, aunque pienso que mala onda le pesa el tiempo y no ha envejecido bien debido a todos sus datos tan superfluos como marcas y tecnologías ahora obsoletas, aunque también es un testimonio de que lo superfluo es de corta vida.
Barrio Alto de Rodríguez Matte me demoré menos y tienen parte interesantes y varias frases que podrían ser buenos aforismo (subrayaría varios), pero le fallo en la edición, mierda que hay párrafos que editar, que rozan la ingenuidad que no es permisible en un escritor profesional, pero igual me entretuvo.
Ahora el punto que después vino Capote y ahora ya estamos hablando de palabras mayores, es como ver un partido de Colo Colo y después uno del Manchester United o el arsenal, o del Brasil 82. Otra cosas, diálogos bien planteado, pulcritud, novelas bien hechas. El arpa de la hierba, una hermosa novela situada en los lugares donde mejor le sienta a capote, esas praderas del medio oeste americano, donde mejor elabora sus huevos de serpientes este maricón genio de la narrativa.
Qué decir de A sangre fría, que obra maestra de la novela no ficción, entiendo que no fue la primera, antes hubo un argentino, pero no creo que Capote lo sabía, pero su golpe en la literatura está mas que comentada y con justa razón.
No me arrepiento de haber las leído las dos novelas chilenas, es más las recomiendo, son entretenidas y fáciles de leer, y por último es un parámetro para los arribistas de la clase media que nunca serán del barrio alto, aunque el egoísmo de sus personajes son fiel reflejo en el estilo de literatura que sus escritores hacen y que es contrario a la literatura magistral de Capote. Un vasto cielo que sólo oye las voces del viento sobre los encorvados trigos de Kansas.

1 comentario:

Juan Pablo dijo...

Hola Alfredo
que bueno saber de ti
extrañaba tu escritura, que estes bien
un abraso