Mostrando las entradas con la etiqueta Textos o Cuentos de Alfredo Poo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Textos o Cuentos de Alfredo Poo. Mostrar todas las entradas

domingo, octubre 21, 2012

Bitácora del capitan Kirk: 180 grados

Hola mis queridos "Drogos", bienvenidos al mundo de los nuevos homeless, los basureados "bloggeros" - Los editores de rock de luxe nos odian peyorativamente - pero nos encanta dejar mensajes en el tarro de la basura que www.blogger.com nos proporciona, a ver si un buen vagabundo como ustedes mis queridos drogos, y encuentren algo útil con que aplacar vuestro síndrome de Diógenes. Un pedazo de comida virtual aún servible para salvarte el mediodía.
En mi etapa de duelo, léase "tabula rasa" a todo lo que tenga relación a vivir la imaginación sin drogas, terminé valga la redundancia tomando drogas y seguir una estricta receta de disciplina espartana que me prohiba dispersarme en cosas que no voy a llegar a ninguna parte concreta: escribir, vivir de la poesía o ganar un cuento, tener una banda rock, armar montajes de videos y editar temas o tocar guitarra hasta altas horas de las noches. Evitar el alcohol, el condimento, las bebidas gaseosas y leer sólo de día. 
Anyway... me puse a estudiar en la universidad (¡nada de cine ni literatura!) , le tome su encanto a leer los libros de administración posterior al 2005, a la teoría de sistemas, y los isomorfismos , igual estaba en mi volada… a excepción de los  ramos matemáticos donde lamentablemente tuve una muy mala base en primaria y eso me pesa, por lo que como buen bipolar domado, me tuve que disciplinar y mandar a cambiar varias cosas. Salir los viernes, quedarme a conversar hasta tarde, escribir, dejar botada la única guitarra que me queda, llenándose de polvo las revistas de rock de luxe, el gabinete VOX, los pinceles, los cuadernos de escribir, los montajes amateur de video... creo que ya lo mencioné en el párrafo anterior, sorry.
Chao indie rock, bienvenido el "crosssover" rock, jazz y la música barroca ya que me sientan mejor para estudiar.
Incluso deje de leer novelas porque encontraba que estaba sacando la vuelta en vez de estar estudiando, además que como estudio de noche igual es como irse al bar después de estudiar sabiendo que después tienes que levantarte temprano para ir a trabajar.
El tiempo vuela y la verdad mal no me ha ido, tampoco siento que el esfuerzo ha sido titánico - podría irme mejor pero bueno - los cambios 180 grados de tipos inestables es mucho pedir, es como que bueno.
El problema es cuando de repente tengo mis recaídas, no aguanto más y me compro libros como dos de Winslow (El Poder del Perro y la leyenda de Bobby Z) ó la primera temporada de The Wire y obvio mi obsesión compulsiva me hace dejar los libros y me devoro de inmediato cada página como un yonqui se inyecta una cucharadita de heroína (En todo caso buenísimas las novelas, no me arrepiento del desliz)
El estómago es el primero que se resiente (eterna constante en esta ecuación de escribir), luego el sueño, ves y sientes cosas bizantinas, leáse te pones irritable. Las notas bajan y empiezas ver atractivas a la gordita que va pegada a ti en el metro.
El punto lo que este duelo no debe ser tan radical o histérico.
Bueno ni mencionar que ahora es madrugada del domingo, ayer no fui a clases del sábado y pase casi todo el día durmiendo, almorcé tarde, digamos que el día se perdió, así que o me voy acostar a dormir, cosa difícil o termino de leer "Crónicas del pájaro que da cuerda al mundo" que lo llevo mas de la mitad y la verdad que me he demorado mas de la cuenta en terminar.
Bueno tengo ropa lavada y planchada para la semana y comida para domingo y lunes. Así que mañana leer nuevamente Administración y estudiar cálculo - ¡mentira!
Esto no es una apología sino una mera excusa de volver a seguir blogueando, los hechos de menos , buenas noches mis queridos drogos.

ALFREDO POO@2012

miércoles, diciembre 31, 2008

Textos: Año Nuevo en Andrómeda

AÑO NUEVO

 (fragmento de la nouvelle "Andromeda")

El Desierto para víspera del año nuevo suele ser distinto, sus cerros matizados x un atardecer que parecen incendiarlo en miles de colores anaranjados , antes que la oscuridad del averno invada con su frío altiplánico, sus noches de estrellas espías, acusándo con sus infinitas ampolletas la multitud atosigada en sus colmenas de hormigón, las posadas abiertas todo el año por los incansables chinos y uno que otro despistado ausente de estas horas en que todos coincidimos que muere mucho más que un día.

Era una de las pocas veces en que preferiría estar lúcido porque aunque no lo crean la realidad es mas seductora vivirla ligeramente limpio que colocado en la ruta del ácido, así que mientras los chicos se ponían cómodos, Keiko preparando los aperitivos, Soe prendiendo inciensos, Santi, la comida tailandesa y yo cogiendo un poco de methedrina y xanax para recostarme en el bo window contemplando el cielo incendiándose al atardecer con la luna llena de testigo.

Para esta ocasiones en que los años se desvanecen y parte a ser espectros distorsionados en nuestras memorias, era mejor sacar los viejos vinilos que le robé a un tío, mientras bebía un pisco sour tras el imponente ventanal del apartamento. Dejaba entonces surcar la aguja sobre "Suite: Clouds, Rain" de David Gate, después "Alone again (actually)" de Gilbert Sullivan para suicidar la hora violeta con los Television y su "Marque Moon".  Melanie siempre llegaba tarde junto con Marcos, el que solía traer en su bolso kunza, cintas o vinilos prensados de sus amigos, por lo general de Khun o los Le Mat, los cuales aprovechaba pinchar entre remixes, una vez culminada la velada y abríamos por completo el ventanal sin preocuparnos del ruido de abajo, de los buses y peatones peleando por un espacio por una vista mejor del espectáculo allá en el embalse artificial de la ciudad. Nosotros nos sentíamos privilegiados  en aquellos edificios que se elevaban como queriendo copular con el cielo, meros ángeles espectadores, Keiko traía más tragos y Melanie, recuerdo su transparente vestido ceñido a su piel tostada por los dioses del desierto con una que otra lentejuela en las partes que tu te perdías con serias posibilidades de no volver, por lo que mejor no soltar tu piña colada y volver la vista al paisaje víspera a la muerte de un año.

Recuerdo que saqué la sudadera y me senté en un rincón mientras el resto cuchicheaba cosas por lo general evocativas o uno que otro gossip , yo en posición flor de loto agarraba mi notebook y me ponía a garabatear un montón de imágenes, los miraba no desde mis ojos, sino desde un punto más hondo de mi rostro y luego volvía sobre el teclado, mientras Marcos pinchaba una y otra vez Marque Moon "I remember how the darkness doubled..." y su arranque final de un solo in crecescendo que culmina con en esas hermosas gaviotas eléctricas ardiendo como los años nuevos en Andrómeda, un gran zepellin vestido de juegos artificiales estallando en el cielo y luego se desvanecián sobre el lago artificial. Es algo que no me lo perdía por nada , desde que me arranqué a Andrómeda.

Fueron una de las pocas cosas que disfrutaba sin la ayuda de las pastillas, ni siquiera pensábamos en pasar a la farmacia. Bueno otra cosa distinta era en la madrugada, cuando nos preparábamos para salir a un after-tour x el desierto, generalmente nos llevábamos su buena  dosis de alucinógenos y terminabámos en una orgiástica fiesta íntima sobre las dunas o en uno de esos pukarás que aun se resistían al paso del tiempo, situación distinta a lo que nosotros deseábamos. Que el tiempo nos silenciara lo mas rápido y locamente posible.


By Alfredo Poo @2007
"Andromeda"