miércoles, diciembre 31, 2008

Textos: Año Nuevo en Andrómeda

AÑO NUEVO

 (fragmento de la nouvelle "Andromeda")

El Desierto para víspera del año nuevo suele ser distinto, sus cerros matizados x un atardecer que parecen incendiarlo en miles de colores anaranjados , antes que la oscuridad del averno invada con su frío altiplánico, sus noches de estrellas espías, acusándo con sus infinitas ampolletas la multitud atosigada en sus colmenas de hormigón, las posadas abiertas todo el año por los incansables chinos y uno que otro despistado ausente de estas horas en que todos coincidimos que muere mucho más que un día.

Era una de las pocas veces en que preferiría estar lúcido porque aunque no lo crean la realidad es mas seductora vivirla ligeramente limpio que colocado en la ruta del ácido, así que mientras los chicos se ponían cómodos, Keiko preparando los aperitivos, Soe prendiendo inciensos, Santi, la comida tailandesa y yo cogiendo un poco de methedrina y xanax para recostarme en el bo window contemplando el cielo incendiándose al atardecer con la luna llena de testigo.

Para esta ocasiones en que los años se desvanecen y parte a ser espectros distorsionados en nuestras memorias, era mejor sacar los viejos vinilos que le robé a un tío, mientras bebía un pisco sour tras el imponente ventanal del apartamento. Dejaba entonces surcar la aguja sobre "Suite: Clouds, Rain" de David Gate, después "Alone again (actually)" de Gilbert Sullivan para suicidar la hora violeta con los Television y su "Marque Moon".  Melanie siempre llegaba tarde junto con Marcos, el que solía traer en su bolso kunza, cintas o vinilos prensados de sus amigos, por lo general de Khun o los Le Mat, los cuales aprovechaba pinchar entre remixes, una vez culminada la velada y abríamos por completo el ventanal sin preocuparnos del ruido de abajo, de los buses y peatones peleando por un espacio por una vista mejor del espectáculo allá en el embalse artificial de la ciudad. Nosotros nos sentíamos privilegiados  en aquellos edificios que se elevaban como queriendo copular con el cielo, meros ángeles espectadores, Keiko traía más tragos y Melanie, recuerdo su transparente vestido ceñido a su piel tostada por los dioses del desierto con una que otra lentejuela en las partes que tu te perdías con serias posibilidades de no volver, por lo que mejor no soltar tu piña colada y volver la vista al paisaje víspera a la muerte de un año.

Recuerdo que saqué la sudadera y me senté en un rincón mientras el resto cuchicheaba cosas por lo general evocativas o uno que otro gossip , yo en posición flor de loto agarraba mi notebook y me ponía a garabatear un montón de imágenes, los miraba no desde mis ojos, sino desde un punto más hondo de mi rostro y luego volvía sobre el teclado, mientras Marcos pinchaba una y otra vez Marque Moon "I remember how the darkness doubled..." y su arranque final de un solo in crecescendo que culmina con en esas hermosas gaviotas eléctricas ardiendo como los años nuevos en Andrómeda, un gran zepellin vestido de juegos artificiales estallando en el cielo y luego se desvanecián sobre el lago artificial. Es algo que no me lo perdía por nada , desde que me arranqué a Andrómeda.

Fueron una de las pocas cosas que disfrutaba sin la ayuda de las pastillas, ni siquiera pensábamos en pasar a la farmacia. Bueno otra cosa distinta era en la madrugada, cuando nos preparábamos para salir a un after-tour x el desierto, generalmente nos llevábamos su buena  dosis de alucinógenos y terminabámos en una orgiástica fiesta íntima sobre las dunas o en uno de esos pukarás que aun se resistían al paso del tiempo, situación distinta a lo que nosotros deseábamos. Que el tiempo nos silenciara lo mas rápido y locamente posible.


By Alfredo Poo @2007
"Andromeda"

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